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jueves, 28 de julio de 2011

je suis l'espace où je suis*

Mamamono acusó de subnick en su MSN "londoneando" desde mayo o junio de 2010 -por momentos con más frecuencia- e incluso cinco o seis meses después, cuando aterrizó en la ciudad inglesa, luego de y antes de continuar respirando el aire europeo. Hace poco -si mal no recuerdo- lo vi otra vez debajo de su nombre, el "londoneando" tan lindo y musical. Y me alegré, me alegra.
Mamamono no empezó su viaje a Europa en noviembre cuando llegó a Ezeiza y un par de horas después se subió al avión y comenzó a volar por el aire con destino al viejo continente. No. Ella empezó a viajar incluso antes de sentenciar "londoneando" en el chat. Antes de comprar su pasajes y de reservar los hoteles. Me atrevo a decir que empezó a viajar hace años; que por un momento cuando fue niña, viajó incluso por otros lugares pero detuvo su viaje y guardó su fantasía durante un par de años y fue adulta y empezó a londonear, le puso nombre a su deseo y aun sin saber cómo luciría "realmente" ese sitio; esas calles, las veredas, la gente, el aire, los perros, la comida, el espacio, sin tener la certeza de cómo luciría ella allí fue libre e inventó circunstanciales de modo y de lugar para avalar la idea de su viaje cuando se hizo más concreto, más cercano, más real. Más cierto.



certeza s. f. Conocimiento seguro y claro que se tiene de una cosa. Certidumbre.

Las certezas entonces, las tenía todas pero ¿qué había de seguro en todo eso? nada, solo su imaginación.


Feliz cumpleaños! Por muchos otros viajes... en avión, en cole, en auto, en mente.


*Yo soy el espacio donde estoy

martes, 26 de julio de 2011

Jugo de Naranja. Parte 3 (final)

La primera y segunda parte de Jugo de Naranja las pueden leer haciendo click..

Esc. 2
Int – Salón – Noche

Amalia camina entre la gente hasta llegar a las mesas y se detiene, da pequeños pasos hasta llegar al escenario.
En el salón hay mesas que rodean el pequeño escenario iluminado y decorado con telas y algunas flores. En el centro del lugar hay parejas bailando.
Una mujer sube al escenario, está vestida con traje de pantalón oscuro, camisa, corbata, el cabello recogido y zapatos de hombre. Se sienta en una mesa iluminada, frente a un hombre con el rostro maquillado, que lleva un vestido rojo y negro y un tocado de piedras y flores en el cabello corto. El hombre sigue los movimientos de la mujer hasta que se sienta frente a él en la mesa.
La mujer vestida de hombre comienza a cantar sentada junto al hombre vestido de mujer y ambos se mueven al compás del bolero. Se oye una voz masculina interpretando la canción “Por debajo de la mesa”.
Pía y Federico (59), de espaldas al escenario bailan lentamente entre algunas parejas, están abrazados correctamente.
Federico es alto y delgado, elegante, tiene el cabello corto y blanco.

Federico (impaciente)
…y seguís preguntando por Sebastián Campos
¡Vas a espantar a todos los invitados Pía!
Pía (sin mirar a Federico)
Imposible, acabo de llegar a la fiesta

El hombre vestido de mujer y la mujer vestida de hombre se incorporan y se mueven por el escenario, alternando cada vez la interpretación de la canción.

Federico (quejándose, la interrumpe)
… pero al final la gente termina preguntándome a mí ¡querida!

Federico y Pía bailan, Pía gira de la mano de Federico.

Esc. 3
Int – Baño – Noche

Blanca besa a Nicolás en los labios, lo sostiene del cuello y le besa las mejillas y el cuello. Nicolás se separa repentinamente.

Nicolás (serio, agitado)
¡Basta!

Blanca tiene los ojos cerrados y las mejillas coloradas.

Nicolás
¿Me vas a responder?
Blanca (con desgano)
¿En serio queres saber?

Blanca se muerde los labios.
Nicolás
Sí nena.
Blanca
Bueno, igual que vos…
Nicolás (la interrumpe)
¿También cambiarías tu estatura?

Nicolás mira a Blanca detenidamente, Blanca se coloca los zapatos.

Blanca (suspirando, aburrida)
No… me gustaría ser… así; mi pelo, mis labios, mis piernas…
mis manos, nariz, ojos… me gustaría ser yo pero con pene.

Blanca sonríe y Nicolás sale del cubículo avergonzado.

Esc. 4
Int – Salón – Noche

Federico tiene a Pía de la cintura, Pía apenas se mueve.

Federico
Y yo no tengo nada que ver con tu…
Pía (ingenua, lo interrumpe)
¿Y qué te preguntan?
Federico (de mala gana, cansado)
Si estás enferma… si es algo por tener más de cuarenta
años o simplemente si estás loca
Pía (amargada)
¿Y vos qué les decís?

En las mesas, la gente come, brinda y miran el espectáculo.

Federico
Nada. No tengo por qué responder.
Es más fácil cambiar de tema que contar tu historieta
Pía
¿Pero ellos saben quién es Sebastián Campos?, ¿Alguien lo conoce?

Federico mira hacia los costados y deja de bailar.

Federico (distraído)
Disculpame un momento, enseguida vuelvo.

Federico se va. Pía está parada en medio del salón, la gente a su alrededor baila.

Esc. 5
Int – Baño – Noche

Federico abre la puerta y se asoma, mira atentamente a su alrededor, se detiene en medio del lugar y espera. Desde el costado, Blanca da un salto hacia Federico y lo abraza apoyando su cabeza en el hombro. Federico la toma de los hombros y la mira a los ojos. Blanca sonríe.

Federico (nervioso)
No tengo mucho tiempo… ¿está Nicolás?
Blanca (riéndo)
No

Blanca y Federico se besan. Federico apoya sus manos en el cabello de Blanca y acaricia su espalda agresivamente. Blanca se separa, incómoda y se apoya en la pared. Federico se acerca y la mira. Mientras sonríe, Blanca le desprende el cinturón y luego el pantalón.

Esc. 6
Int – Salón – Noche

Pía está parada cerca de una columna, Federico camina hasta detenerse delante de ella. Con las manos en la cintura y mira a Pía detenidamente.

Federico (con desgano)
¿En qué estábamos?
Pía
Estabamos hablando de…

Pía camina hasta ubicarse en el centro y mira a Federico. Federico la sigue y vuelve a colocarse delante de Pía.
Federico (Impaciente)
¿De qué?
Pía (tranquila)
¿Viste mis pies? Están hinchados…

Pía tiene el pequeño estuche brillante sobre su abdomen, las manos juntas y mira sus pies.

Federico (cansado)
Sí. ¿Y?
Pía
Están muy hinchados, pero no me duelen. No sé vos Federico,
pero yo me voy a mi cuarto a descansar, pronto me va a doler
la cabeza, estoy segura.


Pía camina con una mano apoyada en la cabeza y se aleja, mirando el piso.
Federico está inmóvil, sigue con la mirada el trayecto de Pía y gira hacia el escenario, comienza a aplaudir mientras camina acercándose a una mesa donde está sentada Amalia junto a Nicolás.
Al finalizar el espectáculo, la gente de las mesas aplaude y comienza a sonar otra melodía. El hombre y la mujer saludan al público y se retiran. Las luces se apagan.

lunes, 18 de julio de 2011

2da Parte de "Jugo de Naranja"

La primera parte, aquí.

Pía
¿Conoces a Sebastián Campos?
Blanca (sin mirar, titubea)
No…¿él me conoce a mi?

Pía sale. Blanca mira como se cierra la puerta detrás de Pía y camina hasta el cubículo, entra y cierra la puerta.
Se oye el tirón de una tela que se rompe y Blanca se asoma por encima del cubículo mirando hacia abajo.
Blanca
Puta

Blanca sonríe y baja, sale y abre la puerta del cubículo. Amalia está apoyada contra una de las paredes del baño y en el inodoro, está sentado Nicolás (21).
Blanca se sienta en las piernas de Nicolás y mira a Amalia que se acomoda el pelo negro en una trenza casi desarmada.

Blanca (sonriente)
¿Te asustaste?

Blanca comienza a tocar el pelo despeinado de Nicolás y sin dejar de mirar a Amalia se hamaca sobre sus piernas. Las mejillas de Nicolás coloradas. Blanca se para y se apoya sobre la pared frente a Amalia.

Amalia (intranquila)
No, me tengo que ir

Amalia desliza su mano por la pared, Nicolás la mira y Blanca interviene atravesando su pierna entre los dos y apoya su pie en la pared.

Blanca (seria)
Entonces andate

Amalia mira a Blanca y sale rápidamente del cubículo, camina hasta la puerta del baño y se mira en el espejo, se acomoda el cabello. Sale.
Nicolás se acomoda sobre el inodoro y mira a Blanca, respira con fuerza y toma a Blanca por la cintura, con fuerza rompe lo que queda del vestido de Blanca y se incorpora. Blanca ríe y acaricia el rostro de Nicolás.

Nicolás (habla desganadamente y con preocupación)
Blanca te quiero contar algo que me pasó hoy antes de llegar a la fiesta, resulta que me encontré, para tomar un trago con Felipe y viste que (pausa breve)

Con una mano apoyada en la pared y cerca del rostro de Blanca, Nicolás arregla su cabello reiteradas veces mientras habla.

Nicolás (habla desganadamente y con preocupación)
…él me pregunto Blan: “Si volvieras a nacer Nico, ¿te gustaría ser como sos ahora?, ¿tener lo que ya tenes?, ¿conocer a las personas que conoces?” Y yo le dije: “Seguro Feli, no cambio nada” y me reí y después pensé y le dije: “Feli, ¿por qué me preguntas esto amigo?” y no me respondió.

Se oye la risa de Blanca de vez en cuando. Blanca continúa apoyada en la pared.

Nicolás (desilusionado)
Y entonces, ahora me doy cuenta ¡Blanca! Sí naciera una vez más,
Cambiaría una cosa de todo lo que tengo.
Cambiaría mi metro setenta y cinco para ser más alto…
¿me entendés Blanca?

Blanca lo mira sonriente y toma la mano de Nicolás. La apoya sobre una de sus piernas flexionadas y la desliza hacia arriba. Nicolás mira a Blanca y sonríe.

Blanca
¿Abajo o arriba?

Nicolás se aleja del rostro de Blanca y la mira detenidamente, golpea la pared con la palma de la mano y gesticula agresivamente, se queja.

martes, 5 de julio de 2011

Las amigas de Nora

Para Gabriela y Guillermina.




El último jueves de junio no hubo sol en todo el día y a la noche el frío traspasaba -atrevido- cualquier ropa que cubriese el cuerpo; se sintió en la cara y en las manos pero no lo suficiente como para detener el tiempo nocturno que todavía quedaba en Buenos Aires.
El jueves. Los jueves son días de curso de fotografía y este último jueves cumplimos con la asistencia, no así con las fotos; sin embargo de una charla que comenzó en un taxi se hizo una conversación que no terminó sino hasta que cada una se durmió en su cama porque imagino y estoy casi segura que aun después de hablar tanto todavía existía en la cabeza de cada una de nosotras la risa, las fotos, el tango, el frío, la carcajada, el vino, el té con leche y las palabras.
Y todo generado por una visita, que nos llenó de energía positiva, de casualidades, de deseos y calma.
Casi casi nos hicimos amigas de Nora, mejores amigas. Casi que si se lo hubiesemos propuesto se sumaba con nosotras para comer en el bar Musetta, pero no hizo falta, la llevamos con nosotras en el pensamiento, cada una se llevó un poco de ella, cada una se sintió la Nora divertida que fotografió el último disco de Divididos, la Nora groupie que seguía a Illya Kuryaki en cada show y disparaba sobre sus ídolos, la Nora que está orgullosa de no saber utilizar tres flashes en las producciones que hace... esa la que nos habló de igual a igual.

Las fotografías no llevan paréntesis, no se relatan, no se explican. Se hacen pero también se llenan de "cosas". Esta fotografía que ahora transito no necesita explicación ni epígrafe, se llena de momentos, buenos momentos como este.

viernes, 1 de julio de 2011

sin-vergüenzas

Hace tiempo que no pienso en el sexo como algo placentero, como algo deslumbrante, como algo sorpresivo, como algo apasionado.


Hace tiempo que pienso el que por qué no disfruto ni disfrutan de mí, del sexo de una joven de veintisiete años. Con la piel tersa, suave sin estrías, con el pelo revoltoso y la respiración suave. Del abdomen, del cuello, la nuca, las muñecas.


Hace tiempo que pienso en el sexo del pasado.
Y me detengo -siempre pensé y lo sigo pensando que el sexo es mental y físico, que es todo lo contrario a lo solemne y romántico que puede ser un abrazo, un beso, una caricia u otros detalles- y repentinamente recuerdo una  escena que me llenó de una pena que no recordaba desde ese mismo instante en el que la viví.


Cómo lloré la última vez que me acosté con Pepo, lloré con un llanto desconsolado mientras estaba acostada en la cama y él me besaba. Lloré tan breve pero tan profundo que casi logro que me quiera; lo sentí en su abrazo preocupado, casi casi en su primera y única demostración de cariño.